Los vecinos de Villahibiera, una pequeña localidad perteneciente al municipio de Valdepolo, aseguran estar atemorizados desde la madrugada del pasado sábado cuando una pelea entre unos forasteros y un buen número de vecinos del pueblo acabó provocando la suspensión de las fiestas patronales.
Según explica la presidenta de la Junta Vecinal, la leonesista Noemí Gómez, todo comenzó a mitad de la noche. Los festejos se estaban desarrollando «con normalidad» hasta que aparecieron un grupo de entre cuatro y seis forasteros. Al parecer la pelea comenzó entre ellos mismos.
Un grupo de jóvenes, entre los que se encontraban miembros de la comisión de fiestas, trataron de parar la pelea y pidieron calma para que las celebraciones continuasen. Los forasteros, presuntamente gente cercana a los feriantes que habían acudido con sus puestos a los festejos, «respondieron violentamente: se revolvieron como locos a patadas y puñetazos», explica Noemí Gómez.
La trifulca pasó a pelea y acabó con la intervención de feriantes y más vecinos del pueblo, que lograron acorralarlos hasta convencerlos de que tomaran su coche y se fueran. El balance fue de al menos seis heridos de diversa consideración (otros no han pedido asistencia médica). Más tarde llegó la Guardia Civil. «Yo les llamé y tardaron 40 minutos porque los fines de semana que no hay guardia en Gradefes o Mansilla tienen que venir desde puestos más lejanos: no lo puedo entender», lamenta la presidenta de Villahibiera.
La pelea hizo parar la fiesta del pueblo esa noche y se pidió a las Guardia Civil que desalojara a los feriantes, cosa que según Gómez prometieron hacer a primera hora del sábado; aunque «luego no se presentaron, no sé por qué». Por la mañana Junta Vecinal y comisión de fiestas suspendieron las celebraciones.
Hasta toque a rebato. Esto fue la espita para provocar la segunda batalla campal. Los feriantes se enfadaron cuando se les comunicó y se les pidió que se fueran: exigieron compensaciones por el perjuicio económico. El ambiente caldeado por la noche anterior contribuyó a calentar aún más los ánimos y a que se volviera a desatar una segunda batalla campal: la pedánea ordenó incluso tocar a rebato las campanas para avisar al pueblo, dado que según asegura «los feriantes, sus hijos y hasta sus mujeres salieron con palos, bates, hierros e incluso cuchillos» detrás de los miembros de la comisión de fiestas y de otros jóvenes del pueblo, y luego en dirección al teleclub «donde había gente mayor jugando la partida». «Ordené tocar las campanas porque los mataban», asegura Noemí Gómez.
La nueva presencia de dos patrullas de la Guardia Civil y la concurrencia de casi todos los vecinos puso fin a la pelea y acabó con la marcha de los primeros del pueblo, y con la fiesta.
En Villahibiera confiesan sentirse atemorizados. «Nos han jorobao las fiestas, pero lo peor es que hay temor a que esto no haya acabado, porque pueden volver», confesaba un vecino ayer.
Por este motivo, la alcaldesa de Valdepolo, Inmaculada González, va a pedir hoy a la Subdelegación del Gobierno presencia policial en el pueblo, para garantizar la seguridad y acabar con el miedo de los vecinos, que no olvidarán estas fiestas.
Fuente: Diario de León J.A.O. - león J.A.O. 30/09/2003