Samsung lanzó este smartphone el 29 de marzo del 2017, en Nueva York.

Tiene dos modelos, uno con 5,8 pulgadas y otro con 6,2 pulgadas de pantalla QHD Súper AMOLED, resolución 4k, que cubren el 83 por ciento del frontal del teléfono y disponen de pantallas con bordes curvos, al estilo de los Galaxy Edge. A causa de su tamaño insólito, su relación de aspecto es 18,5:9, por lo que se desvía ligeramente del estándar de la industria 16:9, tendencia en alza en 2017, al igual que el LG G6 o por Apple con su iPhone.

El procesador que incorporan depende de la región de la venta: Qualcomm SnapDragón 835 en unos y Samsung Exynos 900 en otros. Estos procesadores de nueva generación tienen un rendimiento el 11 por ciento más rápido que el Galaxy S7 en general, y con un procesamiento de gráficos un 23 por ciento más rápido y un 20 por ciento más eficiente energéticamente, lo que se traduce en mayor duración de la batería.

La capacidad de la batería es de 3000mAh para el modelo de 5,8 pulgadas y de 3500mAh para el de 6,2 pulgadas.

Los dos modelos mantienen en un principio los 4GB de RAM, aunque darán el salto hasta los 64GB de almacenamiento, complementado con una ranura microSD de hasta 256GB.

Para la carga de la batería se hace a través de un puerto USB-C, localizado en la parte inferior de los teléfonos al lado del típico Jack de 3.5 milímetros, para los auriculares. Este tipo de puerto, en contra el microUSB convencional, permite cargar y hacer transferencias de datos más rápidamente y además es reversible al ser igual por ambas caras.

Sigue manteniendo, al igual que sus predecesores, la cámara principal trasera de 12 megapíxeles y la frontal de 8 megapíxeles, ambas con unas lentillas focales de proporciones f1.7, que mejoraran sensiblemente la resolución en comparación a los Galaxy S7.

La cámara principal posee una nueva funcionalidad visual de búsqueda, con iconos que aparecen sobre la pantalla que permite al usuario indicar el tipo de. El botón Sensor de huella digital, ha sido trasladado al lado de la cámara.

Una característica añadida es la capacidad de conectar los teléfonos a un monitor de escritorio y que puede ser controlado vía el teclado y ratón, como Microsoft Continuum, llamado Samsung DeX .

Samsung incorpora su propio asistente llamado Bixby para contrarrestar al Google Assistant y al Apple Siri. Según dicen es capaz de manejar órdenes más complejas que sus competidores.

 

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