Aston Martin nos presenta a su deportivo más avanzado y exclusivo para los clientes más exigentes, el cual auna la elegancia propia de la marca con las prestaciones propias de los vehículos de carreras. Incorpora la ultima tecnología tomada de la Formula 1, pero sin descuidar lo artesanal pues todo el montaje es hecho a mano. Su chasis es monocasco fabricado en fibra de carbono y la carrocaría a base de paneles de aluminio y totalmente montada a mano. La estética es tremendamente agresiva y musculosa, con una especie de branquias en los laterales. Incorpora suspensiones con la tecnología Dynamic Suspension Spool Valve con la cual se puede variar el grado de dureza a gusto del cliente. Se fabricarán en total 77 unidades de este modelo, que por cierto, ya tienen comprador.

     El corazón de esta bestia de la carretera es un V12 de 7.312 cc. montado en la parte delantera pero casi completamente por detrás del eje delantero. El motor puede ir más bajo que en otros modelos de la marca al utilizar carter seco, mejorándo así el centro de gravedad. Acelera de 0 a 100 en 3,7 segundos, desarrollándo una potencia de más de 700 CV. que impulsan a este bolido a 354 km/h. La caja de cambios que incorpora es secuencial robotizada de 6 marchas y controlada desde los mandos que incorpora detrás del volante.

     Los zapatos que calza esta bestia del asfalto son unos Pirelli P Zero Corsa con unas medidas de 255/35 R20 adelante y 335/30 R20 en las ruedas de atrás. Para detener a esta bala, que mejor que unos frenos carbono-cerámicos especialmente diseñados para evitar el calentamiento excesivo de los discos, pastillas y el líquido de frenos.

     El interior, con un habitáculo para 2 personas, combina exquisitamente la fibra de carbono con el cuero creándo así un espacio impecable para la conducción.

     En fín, estamos ante un coche sobervio para quitarse el sombrero.